
Cinco curiosidades de la confitería El Molino
La Confitería del Molino es una histórica confitería ubicada en el barrio de San Nicolás en Buenos Aires, Argentina. Fue inaugurada en 1917 por la familia Raffo y se convirtió rápidamente en un lugar emblemático de la ciudad, famoso por sus exquisitos pasteles, tortas y café.
El edificio donde se encuentra la confitería es una joya arquitectónica de estilo francés, diseñado por el arquitecto italiano Francisco Gianotti. Se trata de un edificio de cuatro pisos, con una fachada impresionante, una cúpula y una terraza con vistas panorámicas de la ciudad.
A lo largo de su historia, la Confitería del Molino ha sido visitada por personalidades ilustres como el poeta argentino Jorge Luis Borges, la escritora estadounidense Hillary Clinton y el actor italiano Marcello Mastroianni, entre otros.
Aunque la confitería estuvo cerrada durante varios años, en 2019 reabrió sus puertas después de un largo proceso de restauración. Ahora, los visitantes pueden disfrutar nuevamente de sus deliciosos productos y admirar su impresionante arquitectura.
La confitería El Molino es un lugar con gran historia y rica en curiosidades y aquí te mencionamos algunas:
1) Historia:
El Molino abrió sus puertas en 1917 y se convirtió rápidamente en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad de Buenos Aires. Por su salón principal pasaron figuras destacadas de la cultura y la política argentina, como Carlos Gardel, Jorge Luis Borges, Victoria Ocampo, Eva Perón y Julio Cortázar.
2) Arquitectura:
El edificio de El Molino fue diseñado por el arquitecto italiano Francisco Gianotti y se destaca por su estilo Art Nouveau y Art Decó. En su interior, se pueden encontrar vidrieras, molduras y detalles ornamentales que hacen que la confitería sea una verdadera obra de arte.
3) Leyendas:
Existen varias leyendas en torno a la confitería El Molino. Una de ellas es que en su salón principal se encuentra una mesa redonda que supuestamente fue utilizada por los líderes de la Revolución de Mayo en 1810. Otra leyenda cuenta que la confitería era frecuentada por espías durante la Segunda Guerra Mundial.
4) Cierre y restauración:
El Molino cerró sus puertas en 1997 y desde entonces ha sido objeto de varias restauraciones y proyectos de reapertura. Actualmente, se espera que vuelva a abrir al público en 2024, después de una importante restauración y puesta en valor.
5) Patrimonio cultural:
En reconocimiento a su valor cultural y arquitectónico, la confitería El Molino fue declarada Patrimonio Histórico de la Ciudad de Buenos Aires en 1997.